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martes, 24 de abril de 2018

VIVIR...SUFRIR....MORIRI.


El dictador había muerto...¡¡VIVA EL DICTADOR!! todos estaban de acuerdo, nadie era capaz de decir nada en contra. Sólo había algo que produjera más miedo. Cuando desfilaban los falangistas, todos se ponían de pié, pero cuando se hablaba de la ETA. todos temblaban de miedo. Fueron muchos los que cayeron bajo el fuego de aquellos asesinos. Si el pueblo no tenía suficiente con el dictador, con la falange y con la ETA, los gobiernos fueron cambiando, los tiempos fueron cambiando...Se pusieron de acuerdo las derechas y las izquierdas...esta, "pa ti" esta, "pa mi." Como nadie se opuso a esa maldad, siguieron pensando en acciones malvadas, ahora ETA, ahora unos árabes, el miedo fue hablando por todo el pueblo y no teniendo lo suficiente con lo que nos robó Jesús Gil y Gil, aprendieron de él. Y todos metieron la mano en la bolsa de la basura, pero cuarenta años después, todavía no saben cómo parar esta loca máquina que paso a paso, nos está llevando al sufrimiento, está llevando a la muerte a una formación, que llegó de los restos de otra anterior y en su afán de triunfo. ellos solos se han llevado al desastre, pues por muy fuerte que quiera ser su jefe y por poco que le duelan los gritos de esos viejos malandrines, que no conformándose con el 0,25 que con tanto sacrificio les ofreció el gobierno, están llegando a la encrucijada de verse solos y en la calle.
Por si fuera poco, por culpa de su tacañería los que otras veces se vendieron, han subido los precios y cómo si se tratara de una empresa buitre cómo las que al parecer van a terminar con la vida de los pobres viejos, que no teniendo suficiente con el 0,25, cada mes van a tener que hacer un atraco en las bolsas de nuestros chorizos y si nos sale mal, lo único que nos quedará, será esperar a que el buen Dios, nos de asilo en su casa, esto claro, si las empresas buitres, no lo han tirado a la calle y se han hecho los dueños del cielo, en el que todos pensábamos ser recibidos. Pobre nuestro Dios, que por culpa de estos chorizos, no tiene ni un puente en el que refugiarse.  

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