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miércoles, 27 de julio de 2016

EL DRÓN Y LA DRÓN


EL DRÓN Y LA DRÓN

En el país de Nolt, no se privan de nada y hasta a la hacienda pública, han llegado los drones, uno es macho y como es normal, el otro es hembra.
El señor Pontoro, mandamás del negociado, está que no cabe de contento, ese era su mayor sueño desde su más tierna infancia. A partir de ahora, será feliz toda su vida y podrá descubrir a los morosos que antaño tapaban con papel de estaño sus haciendas particulares, para que la otra hacienda, no se comiera "un torrao." Ahora todos a pasar por la piedra y a cooperar con el mantenimiento de nuestro país.
Pero mientras a unos los despluman por la balsa "piscina" que hicieron para pasar los calores y ahora les cuesta más que irse a de vacaciones a Benidorm, los otros...de cuyo nombre no quiero acordarme, se siguen dedicando a robarle al pueblo llano y a amenazar, con lo que nos van a hacer a los pensionistas y a los que menos ganan, mientras a ellos no les llega el peso de la Ley, y si lo hace, lo hace tarde, mal y nunca. Mientras que no se les pasa por la cabeza, empezar por bajarse ellos los sueldos, que aunque se bajaran la mitad no se iban a enterar y si de paso se bajaran la mitad de lo que no dicen que ganan, el país podría llegar a ser como otros países Europeos, pero eso creo, que por muchos que cambien al frente del poder, ni nosotros ni nuestros nietos, llegaremos a verlo.
En el reino de Nolt, todos estamos felices y contentos, de pensar, que pronto tendremos nuevas elecciones y podremos darnos el gusto de votar a los nuestros por tercera o cuarta vez y verlos como nos cuentan, lo bien que marcha el país gracias a ellos.
Yo propondría para lo sucesivo, que el que se quiera presentar a las elecciones, pagara una cantidad de dinero, que garantizase su solvencia. Y si no es aceptado como congresista, automáticamente, perdiera la fianza y la posibilidad de poderse presentar por mucho tiempo en otras elecciones. Ya que si ganan, ganan ellos y si pierden siempre, siempre, pagamos nosotros y eso no es justo, ni nunca lo será.

A sus señorías nuestros justos jueces, les propondría que los plazos se recortaran y que antes de empezar un juicio, ya tuvieran en su poder todo lo robado. De lo contrario, que fueran controlados los chorizos y todos los miembros de sus familias, para que en las próximas cinco generaciones, no pudieran disfrutar de lo robado por tan ilustres "elegidos por el pueblo."pepaherrero