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sábado, 3 de agosto de 2013

LA CARRERA DE LOS TONTOS

Nos recomienda el Fondo Monetario Internacional, que nos bajemos el sueldo un diez por ciento más y así estaremos más guapos los españoles, pero yo creo y sin ánimo de ofender, que desde que cerraron en Europa los centros de salud mental, cada día nos sale el sol por un sitio distinto. Un día la enhorabuena por nuestros logros (logros del gobierno), otros que nos atemos los machos. Pero la verdad del cuento, la saben la Lirio y Dios. Yo creo que a simple vista, lo que nos pasa, es que estamos gobernados por un atajo de chupopteros, que lo único que les interesa, es seguir chupando del bote y mucho que dure. Desde ni me acuerdo cuando, nos dejaron de la mano y no nos han vuelto a recordar cosas tan importantes, como la convivencia, como el respeto a nuestros semejantes, o el comportamiento social. A nadie le importa, la forma de presentarse ante los demás, nadie cumple con las reglas de urbanidad, pero aun siendo grave todo esto, se ha perdido el estímulo por el trabajo, lo que antes fue nuestro orgullo, hoy sólo sirve para presumir de como eludirlo. Antaño, las gentes criaban a sus hijos, en el respeto a los mayores, a sus profesores, a sus padres…luego se fueron perdiendo las buenas costumbres y sólo nos quedó un malsano orgullo de casta, ¿de casta? ¿de qué casta? Antes los niños eran mandados a aprender un oficio a muy tierna edad y aunque hoy alguien podría decir “explotación” lo cierto es que a muy temprana edad, ya estaban formados para desarrollar un bien aprendido trabajo. Si de algo se puede culpar a aquella nueva generación, es de querer para sus hijos, lo que ellos no tuvieron, pero se olvidaron de la dignidad que nace del trabajo y tan sólo miraron la mejora social. Se fueron formando unos detrás de otros en las filas Universitarias, todos eran licenciados, llegó a ser una lacra, pertenecer a la clase trabajadora. Era más elegante presumir de hijo abogado, que de hijo albañil. De tantos hijos de carrera, todos no pudieron llegar a la meta, las marcas fueron bajando y donde se exigió al principio y al no llegar a ser competitivos, se crearon las filas de los sin ganas, a estas filas se fueron apuntando cada día más hijos, estudiantes, cada día eran más los que exigían que el pueblo les ayudara a hacer sus estudios, pero los estudios se hacen en las aulas, (algunos creen que las notas, las dan en el Corte Inglés) así se fueron acabando los trabajos de formación, así se fueron acabando las carreras Universitarias y hoy quieren ser admitidos en la Universidad, cómo si fuera para entrar a una macro fiesta. Mientras tanto, los sindicatos, apenas abren la boca, pero siguen con sus mamandurrias, cobrando de donde les pagan, ofreciendo y hasta obligando a hacer cursos, que no sirven más que para que ellos se sigan forrando, pero la dignidad sindical, está a la altura de la política. ¿Quién nos puede ayudar a levantar a España de nuevo? Políticos y Sindicalistos ¡!Nó gracias!! pepaherrero

2 comentarios:

  1. ¡Nunca he estado tan de acuerdo contigo, como en éste escrito antológico, que merece un "Cavia" de periodismo" ¡ENHORABUENA!

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