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sábado, 23 de febrero de 2013

CORTOS, CORTOS...Y LARGOS, LARGOS

¡AHORA SÍ!. Ya lo hemos cambiado todo, ¡ya puede seguir todo igual!... y cerraron las puertas del Parlamento y cada mochuelo a su olivo. Pero a la gente, se le ha quedado un mal sabor de boca y es que aunque en Nolt, el gobierno quiere que nada cambie, los ciudadanos, no están de acuerdo y todos quieren que cambie y por supuesto lo cambiarán (para cabezones, los ciudadanos de Nolt), ¡no faltaba más!. Ahora dice el señor ministro de injusticias varias, Don Experto Ruín Gafarrón, que para que los corruptos, no se sientan molestos, se les va a cambiar el nombre y se les va a llamar, esperantes en el limbo, o mejor, mártires de la lealtad, pero lo de imputados no es conveniente, pues puede dañar a sus sensibilidades y les puede dar por cantar en público y si cantan demasiado, quien sabe lo que puede ocurrir… A mí, lo de esperantes en el limbo, no me disgusta y mientras ellos esperan, los plazos, se van cumpliendo y las prescripciones están a la vuelta de la esquina. Pero si se ve que no están a gusto con este calificativo, se les puede llamar, simplemente acosados sin motivo, hasta que por fin se demuestre que en este país, nadie de ningún partido, merece el título de imputado, pues la palabreja, es altamente ofensiva y les puede traer reminiscencias maternas. Hasta aquí, todo va viento en popa, el pueblo ha escuchado con atención y ha respirado aliviado, desde que nos han dicho lo de los brotes verdes, ya dormimos mejor. En el año dos mil once, nos prometieron que para el último trimestre del próximo año, estaríamos fuera de la crisis, luego se aplazó hasta finales del dos mil doce y aunque quisieron, tampoco pudo ser, pero ahora ya lo tenemos claro, el reino de Nolt, en el año dos mil catorce, volverá a resurgir y en los surcos sembraremos de laurel los caminos, de nuestro porvenir. Los políticos de Nolt, si algo tienen, es verdadera fe en su capacidad, para sacar de la crisis el país y si algo bueno tiene el pueblo de Nolt, es la fe inquebrantable en la honradez y en la capacidad de trabajo de sus gobernantes. Y no quiero que nadie dimita, ni que abdique, aquí todos nos hacen falta, hemos de sacar adelante a esta nación y si para ello tenemos que buscar otros cuatrocientos cincuenta mil políticos, pues se buscan y así, serán cuatrocientos cincuenta mil parados menos. Pienso que para encontrar sitio a los nuevos trabajadores por cuenta del estado, lo mejor sería dividir las autonomías en semi-autonomías, cada semi-autonomía, tendría su semi-gobierno, luego se podría crear un bi-gobierno, que sería quien coordinara la ardua labor y el ingrato trabajo de las semi-autonomías. Por supuesto, para que no tenga más trabajo el gobierno central, se crearán Haciendas semi-locales, que se ocuparán de cobrar los impuestos que por supuesto se tendrían que subir aunque sólo fuera de forma simbólica en un trescientos por cien y por lo demás, el gobierno central, solamente tendría que ocuparse de mandar el cheque mensual, para el pago de los desfases que pudieran hipotéticamente surgir en las cajas. Por supuesto, para que no quepa duda de la transparencia de los nuevos semi-gobiernos, por lo menos una vez cada cinco años, los censores habilitados por el gobierno central de Nolt, podrían ver desde lejos las cuentas de los flamantes semi-gobiernos. Y por supuesto, todos los administradores de los semi-gobiernos, podrían vivir en un nuevo barrio al que pondrían por nombre villa Járcenas, donde podrían esquiar a sus anchas. he dicho y que así se cumpla. pepaherrero.

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