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miércoles, 16 de mayo de 2012

BÁMBOLA....

Cuando terminó la función, el artista se puso a recoger sus marionetas, se dio cuenta de que una de ellas no estaba, por más que la quiso buscar, Bámbola había desaparecido. No podía cerrar las maletas, era como su hija y un padre, nunca abandona a su hija y cuando esta, abandona el seno familiar, su padre la busca sin desfallecer hasta encontrarla. Últimamente, Bámbola estaba un poco rara a la hora de la función, siempre le dolía algo y no estaba conforme con su papel en la obra !pero eso no es posible! Decían los espectadores, Bámbola es la prima donna de la obra y todas las demás marionetas son las que a ella le dan la réplica. ¿Qué le ocurre a Bámbola?. Nadie había notado el mal color de la mayor de todas las marionetas, su belleza natural, hacía que todos la admiraran y nadie notara nunca en ella ningún defecto y hasta había quien pensaba que era digna de un príncipe y claro en el mundo de la fantasía y del títere todo es tan fácil… Por mucho que el hombre buscó a su amada hija, esta no aparecía por ningún sitio y el tren salía a las siete, a las nueve tenían la actuación en el pueblo siguiente, pero si no aparecía Bámbola…tendría que suspender la actuación y era una pena por muchos motivos, él era un gran profesional y no había tenido nunca que suspender una función y menos por haber perdido una marioneta…y Ximo el titiritero, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, aquello sería su ruina. Mientras tanto, una carreta marchaba por el escarpado camino y el viejo Nuño se restregaba las manos de placer, aunque la había robado, no tenía mala conciencia, desde que era joven, estaba enamorado de Bámbola, cuando el padre de Ximo tiraba junto con su mula Lucía de la carreta y de pueblo en pueblo hacían la felicidad de todos los niños, al terminar la función, Nuño, todos los años acompañaba al titiritero hasta el pueblo vecino y si por él hubiera sido, nunca se hubiera separado de su amada Bámbola. Aunque los años no pasan en balde y Nuño ya tiene setenta y seis años, en su alma de niño, todavía manda la marioneta, pero para él. No es un simple títere, es el único amor que en su vida ha tenido. En la revuelta del camino, está el hogar de aquel pobre ser desquiciado, antes de bajar a nuestra heroína de la carreta, quiso hacerle los honores, quiso que viera su nueva casa alegre por todas las flores silvestres que en aquellos prados se criaban y no dudó de llegar hasta el borde del precipicio, ella lo merecía todo y su amor, tenía que ser demostrado de la mejor forma. No hubiera pasado nada, si no hubiera sido por qué la noche anterior había llovido, pero con la lluvia, el peso de Nuño, fue insoportable para aquella piedra, que sin darle opción a poderlo evitar, se precipitó junto a Nuño hasta el fondo del barranco. Bámbola, quedó abandonada en la carreta y nadie supo nada de ella, hasta que Bernardo el pastor de ovejas, pasó por la zona y viendo la carreta de Nuño abandonada y la mula a punto de morir de inanición, vio el drama que una piedra había causado. A la semana siguiente, Ximo a voz en grito anunciaba el regreso de Bámbola, la vuelta del hijo prodigo (en este caso la hija) y Bámbola, después del susto pasado, pensó que más vale ser princesa en la obra del titiritero, que amante abandonada en la carreta de Nuño. pepaherrero

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