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jueves, 5 de abril de 2012

REMINISCENCIAS GUERRILLERAS

A veces y no sé porque, desde dentro de mi alma, sale un canto guerrillero y es que cuando escucho en la tele el canto de un hombre, que se ha inmolado frente al parlamento griego, pienso en el valor de la acción. “Antes muerto, que buscando en la basura” no hermano, no busques en la basura, la basura fue quien no se molestó en escucharte, tú no eras importante y si te fuiste, la gente te acusa de cobardía. No pueden entender el mensaje que nos has querido enviar, con tú canción de protesta y de muerte, pero te aseguro que tu queja se escuchará más que la risa cobarde de los que piensan ¡mientras yo aguante! Tú ya te has marchado y has puesto una diferencia entre tú y nosotros, los que miramos a ver qué pasa, sin querer saber la verdad de lo que va a pasar. No nos interesa más qué nuestro bien estar, cuando en Marbella, tiraban piedras a los políticos corruptos y el pueblo se reía, se escribieron con letras de oro, la nueva norma a seguir, robad y después salid en la televisión, para que nosotros tengamos de qué hablar y de quien reírnos, pero si esto hubiera pasado en otros tiempos, la respuesta hubiera sido diferente. Hoy en mi mente, resuena el himno de guerra de aquel cantante Ramón Pelegero Sanchis (Raimon) que ponía todo su ser al front del vent. El vent, título de una canción escrita al final de los años cincuenta, que fue lanzada en el año sesenta y tres. ¿No queda nadie que sea capaz de oponerse al desenfreno de esas personas que abusando del voto de personas de buena voluntad, son capaces de robar todo lo que pueden y además auto convencerse de que están en su derecho. Que caro vamos a pagar el show de aquel triste payaso que nos ofrecía aquella televisión, con las mamachicho y la piscina de la risa (se sentiría un poco Calígula y nos presentó a su caballo imperioso como el rey de Marbella) vergüenza y escarnio, para todos los que lo consentimos y para los jueces que no supieron pararlo a tiempo. Hoy tenemos que ver todas las burradas que estamos viendo y que al parecer nadie puede parar (o nadie quiere, quizás para que mañana, no nos paren a nosotros.) Y mi mente (hoy con reminiscencias guerrilleras) tararea aquel otro himno de No…no…no…no, nos moverán. Y la imaginación me patina y me obliga a pensar…no nos mueven ni a tiros. Creo que estamos olvidando nuestra historia y ya lo dijo quien lo dijo (y nadie lo ha rebatido) quien olvida su historia, tiene que repetirla. Dios perdónanos y no nos obligues a tener que repetir todas las infamias, que por nuestra dejadez hemos tenido que vivir. pepaherrero

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