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domingo, 4 de marzo de 2012

CUCO Y POLIDORA 1ª PARTE DE 3

Ni Cuco había hablado jamás con Polidora, ni sus padres, se lo hubieran permitido. Y si Polidora, presumía de ser de buena familia, tampoco Cuco le iba a la zaga, Polidora, era un polluelo (hembra) y Cuco, había nacido en el mejor sitio de la granja, la humedad de su casa era en invierno y en verano, la justa y necesaria y allí debajo de la tierra, se estaba tan calentito…Aquella mañana, coincidieron por casualidad, o porque así lo habían decidido los hados, pero sin saber ni cómo ni por qué, Polidora, se encontró persiguiendo a Cuco, como es el deber de cualquier aprendiz de gallina que se precie y Cuco, por aquello de la galantería, hacía como que casi, la mini gallina lo conseguía, pero no se vayan a creer ustedes, que Polidora, era una gallina más de las tantas del corral, no, no, Polidora, era descendiente directa de las Rhode Island Rojas, sí, sí, esas las de toda la vida, ustedes déjenla que crezca un poco y ya verán. Ambos dos se hacían mayores y los juegos del ¡que te cojo! Se iban quedando detrás y Polidora, veía como Cuco cada día era más fuerte y cada día era más mirado por las hembras jóvenes de toda la granja, pero Cuco, sólo tenía ojos para su amiga Polidora, al parecer y sin que sus familias lo supieran, empezaron a salir juntos, ahora ya más en serio, pero como yo ya me temía, la cosa cada vez se ponía peor, Cuco a cada día que pasaba, se encontraba más enamorado de “su chica” nada podía hacer, si no era con ella, pero a veces a la pobre Polidora, se le complicaba la vida y o bien su madre, o lo que era peor su padre (que era el rey del corral) no le permitían salir, todo lo que ellos quisieran. Lo habían hablado y lo tenían decidido, aquella noche mientras todos dormían, por encima de la cerca, Polidora hizo llegar hasta donde estaba Cuco, su maleta con todas las cosas que necesitaba para un largo viaje. Cuco lo tuvo más fácil, excavando un hoyo,(cosa que hizo en dos minutos) ya estaba fuera del recinto de la granja, como mandan los cánones de la buena urbanidad, Cuco cogiendo la maleta de su amada, se echó a andar, (bueno, nadar, andar…Bueno yo sé lo que me digo) aunque la maleta era pesada y Cuco aunque era cuco no era muy fuerte, se las fue arreglando durante casi una hora, pero ya se estaba haciendo la hora en que el tren pasaba por aquella estación y todavía les quedaba un buen trecho que recorrer, no iban a llegar a tiempo. Si que llegaron a tiempo (y aun tuvieron que esperar) José el carretero, pasó por allí en aquellos momentos y si al principio se sorprendió de que un gusano y una aprendiz de gallina, le hicieran el carro-stop, luego pensó que eso era cosa de los nuevos tiempos y cogiendo la pesada maleta, la puso entre las varas del carro, procurando no molestar a su mula “castaña”, luego cuando los dejó en la estación abandonada y de nuevo reanudó su camino, iba pensando…Como está el mundo…FIN DE LA 1ª PARTE DE 3

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