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sábado, 14 de enero de 2012

LA GRAN BATALLA

En las grandes peleas, siempre existe un culpable y en este caso, no pudo ser menos: cuando la madre liebre quiso llegar hasta la tierra de los Minset, donde tenían permiso, para pasar largas temporadas, circulaban tan tranquilos y siempre manteniendo su derecha, como era preceptivo en aquellas tierras. Delante iban: Iván, Sonia y Merlín, los tres gazapos más pequeños, a los que su madre, no quería perder de vista, pues también eran los más irresponsables, a continuación, las hermanas Lena y Florita, convenía que estuviesen en el centro de la formación, pues aunque jóvenes, su instinto de alegres liebrecitas, obligaban a su madre y a sus hermanos, cuidar de ellas de manera más especial. Y cerrando la marcha, la madre Candia y la responsable de todos, la in par Liebra. Liebra, no sabe de amor ni de engaños, su única misión en la vida, es la de cuidar de sus hermanos y hacer que su madre, sufra lo menos posible, por los problemas de la familia.
En la segunda curva de la carretera, por donde los humanos pasan a toda velocidad, sin importarles para nada la vida de los otros seres, que necesitan usar el paso por aquella zona, Candia, mandó parar a sus hijos y mandó a Liebra para mirar si el camino, estaba despejado, la hacendosa Liebra, después de asegurarse que el paso, estaba expedito, dio le gritito de ordenanza y toda la familia, se puso en marcha. Quiso el destino, que en esos momentos, Erik, el erizo y su familia, también tuvieron necesidad de pasar por el mismo sitio, que ya ocupaba la familia de liebres. En el centro de la carretera, se armó la discusión, liebres y erizos, se enzarzaron en sangrienta batalla y ninguno de los dos clanes, daba su brazo a torcer. La luz empezaba a retirarse por allá por el Oeste y por el Norte, venía la oscuridad, silbando a la noche que se avecinaba…Luna…Que sales de nocheee…dos estrellas bajaron del cielo, dos estrellas como dos faros de coche. ¡Cuidado, Poneos a salvo! El aviso llegó tarde para los dos clanes, los tres gazapos más jóvenes de la familia, Iván, Sonia y Merlín, han sido atropellados por aquel inconsciente conductor, que bajando de la montaña, quería demostrarle a su chica, lo bueno que era conduciendo aquella maldita máquina, Libra, al querer empujar a sus hermanos fuera de la carretera, también había sido golpeada por el parachoques trasero del automóvil y había perdido la vista, de los erizos, nadie quedó en pié, (pobre familia). Cuando Candia quiso llevar a juicio a aquel energúmeno, su seguro, no quiso hacerse responsable de la tropelía, ellos no estaban para tonterías, ¿Qué les importaban las vidas de tres gazapos y si la responsable de la familia, había quedado ciega? No, no aceptaron a trámite la demanda que el abogado de oficio presentó ante el Juzgado de guardia. Pobre Candia, ahora va por los montes de los Minset, pide caridad para ayudar a su princesa, a la pobre Liebra, que con los ojos apagados y una oreja colgando, ya no puede ayudar a su madre. Madre, ahora cuando me cure, yo la ayudaré en todo, usted no se preocupe. ¿Madre? ¿Usted? ¿Donde aprendería educación aquella liebrecita? Descansen en paz los que allí se quedaron. pepaherrero

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