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lunes, 28 de noviembre de 2011

NARLANDO, PRÍNCIPE DE YÚ 2ª PARTE DE 3

Terés, vivía con sus padres cerca del bosque, su padre era el guardia desde que murió su padre, siendo él un joven pastor de las ovejas del rey Narlan, mientras andaban camino de la casa cercana al bosque, Narlando cayó al suelo desvanecido, Terés trató de ver que había ocurrido y sus manos se mancharon de la sangre del joven, que había sido mordido por Catón, con tan mala fortuna, que se estaba desangrando sin llegar a darse cuenta, después de ayudar a restañar la herida de aquel desconocido, pensó que lo mejor sería llevarlo hasta su casa, donde su padre lo podría cuidar mejor y a la vez pensar que habría que hacer con él.
Después de transcurridos cinco días y con los cuidados de los padres de la joven Terés
Narlando recuperó la consciencia y quiso salir al momento de la casa, ya que si los soldados de su padre, lo encontraban allí, es seguro que antes de que nadie pudiera decir nada, los matarían a los tres y prenderían fuego a la casa, el padre de la joven, impidió que el muchacho pudiera cometer tal desatino, obligándolo a seguir en el lecho hasta recuperar las fuerzas perdidas.
Narlan, al ver que su hijo no regresaba de la batida que salió a dar por el bosque, mandó un gran grupo de servidores a buscar a su hijo y no consiguiendo dar con él, mandó que su ejército registrara hasta el último rincón y si no aparecía que se quemaran todas las casas y las chozas, para que no pudieran esconder a los malhechores, que creían poder escapar de la justicia.
Tras otros dos días de reposo, Narlando estaba más repuesto de lo que se podía esperar y acompañado del padre de Terés, tomó el camino del palacio, con la mala fortuna de encontrar un grupo de soldados, que destacados por su rey, buscaban y seguían buscando por el bosque con ya pocas esperanzas de encontrar a su príncipe con vida, pero los dioses hicieron el milagro y pudieron ver a su príncipe en poder de aquel maldito campesino, quien lo más seguro, es que lo llevara a algún pueblo para venderlo como guerrero o como esclavo. El ataque fue brutal, cuando el joven príncipe se dio cuenta de lo que sucedía, un grupo de soldados se había lanzado contra el campesino, mientras el otro grupo, arrastró a su príncipe fuera del peligro que se le pudiera ocasionar. La herida le impidió comunicarse con los hombres de su padre, su voz no se podía escuchar y tratando de que se sintiera lo mejor posible, los soldados le hicieron una camilla y atándolo a ella, lo llevaron de vuelta al palacio. FIN 2ª PARTE DE 3

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